Leyenda de monte Castelo.

     El monte Castelo domina el valle del río Landro, Viveiro y el mar Cantábrico. Es una montaña inmensa, poblada de exuberante vegetación. En la cima se encuentra la ermita de San Martín.

     Esta mítica cumbre fue testigo de la decadencia del último poblado celta habitado en estas tierras, donde sus gentes tuvieron que hacer frente a las legiones romanas en sus conquistas por Hispania. Cuenta la leyenda sobre el origen este lugar, que cuando Dios creó Viveiro, arrancó la cúspide de este monte y la arrojó al mar, formando así la isla Coelleira, después esparció los restos de la cima y surgieron las islas Gabeira, de Area y los Castrelos de Covas.

Leyenda de las ruinas celtas de Viveiro.

     Cuenta la leyenda que al lado del monte de San Roque, estaba el lago de Carracedo y bajo sus aguas estaban según dice la gente, los restos de un poblado medieval que se conoce con el nombre de Estabanón, las campanas de la cual se oyen sonar el día de San Juan.

La cueva de la doncella.

     La boca de la cueva de la doncella se abre en un acantilado entre la Punta del Caballo y la playa de Abrela.

     Según la leyenda una hermosa doncella de rubios cabellos y vestida de blanco, en la noche de San Juan, baja del acantilado para bañarse y peinar su pelo con un peine de oro y brillantes.

     Más creíble es la versión de que era una cueva donde los contrabandistas escondían sus botines y se inventaron la leyenda para alejar a los curiosos.

Leyenda de San Estevo do Ermo.

     Otra de las leyendas habla sobre San Estebo do Ermo y sus fuentes curativas, cercanas al lugar donde, dicen, se encuentra labrada la herradura de Santiago. Se trata de una piedra situada sobre la fuente de hierro, desde la que, según la leyenda, saltó el caballo del Apóstol cuando estaba siendo perseguido por sus enemigos, alcanzando la otra ladera. Tal fue el impulso, que se cree que la herradura quedó marcada en el suelo.