Cuenta la leyenda que un niño se encontró con la muerte una vez y se hicieron amigos. Entonces el niño le dijo a la muerte que, ya que eran amigos, que le quería pedir un favor: si podía avisarlo antes de morir, que así podría divertirse más. La muerte le prometió que así lo haría. Se despidieron y pasaron muchos años sin que el chico recibiera ningún aviso de la muerte. Pero un día la muerte se presentó ante él, que ahora ya estaba viejo y le dijo que venía a por él. El hombre todo asustado, le dijo que eso no era lo acordado, que quedara en avisarlo con más tiempo y que estas no eran las formas para hacerlo. La muerte le respondió:
- ¿Te blanqueó el pelo?
- Blanqueó- respondió el hombre.
- ¿Te cayeron los dientes?
- Sí.
- ¿Se te cansaron las piernas?
- Pues sí.
- ¿Perdiste fuerza?
- La perdí.
- Entonces, ¿qué más avisos querías?
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